PILOTO DE FÓRMULA 1 QUE SUFRIÓ UN TRÁGICO ACCIDENTE Y PERDIÓ UN OJO
COMPRENSIÓN LECTORA
Lea la siguiente entrevista a la piloto María de Villota publicada en el periódico El Mundo. A continuación relacione las preguntas de la entrevista con las respuestas del texto. Hay cuatro respuestas que no debe seleccionar. La pregunta 0 es un ejemplo.
PREGUNTAS:
0. María, y ustedes dos, ¿cómo están? > L
- ¿Cómo ha cambiado su accidente la vida de los otros?
- ¿Qué pasó el 3 de julio en la pista de pruebas?
- ¿Qué se ve de más con un ojo de menos?
- ¿Cuánto hace que no se mira en los espejos?
- No es personal, pero ¿cuál es el mejor jamón de villota?
- ¿Por qué parece usted más feliz que nosotros?
- ¿Qué le duele del ojo que no tiene?
- ¿Qué hace con el lenguaje que le pone parches a la vida y que cuesta un ojo de la cara?
- Ya que la llaman piloto, ¿qué mujer sería una buen Papa?
- ¿Qué planes trama?
RESPUESTAS :
- A. Mucho, hasta en casa. No me gusta verme sin parche. No por estética, sino por la expresión. He perdido expresividad en esta parte de mi cara (se señala la derecha). Tengo la sonrisa, pero no tengo sensibilidad, ni movimiento, y el ojo lo tengo cerrado. Lo tapo porque quiero focalizar esta María que sigue aquí (se señala la izquierda). Intento evadirlo.
- B. Buff…La mujer con mayor empatía del mundo. Si la encuentras, dímelo y la proponemos. La Iglesia debería tirar por ahí.
- C. La zona de la órbita me pincha. Alfileres. Me pica, me rasco y no siento nada. Es desagradable. Y la cura de cada noche frente al espejo, que es de lo que más duele. He perdido el olfato, no huelo nada. Tengo dolores de cabeza, unos duran horas y otros días. Ruido, música, luces, barullo. Tengo que controlar el dolor de cabeza…
- D. Hay veces que tienes unas sensaciones muy buenas y no consigues el resultado esperado y otras que tienes unas sensaciones regulares y sacas los resultados adelante. Es mejor ganar, sí, pero también hay que competir bien.
- E. Uff… mucho. Y para bien. Es una segunda oportunidad. Y todos somos conscientes.
- F. Darle naturalidad. Cuando los niños se me quedan mirando les digo: ‘Cuidado, soy pirata’. El ‘me ha costado un ojo de la cara’ ha sido mi historia. La primera vez que me vi en el espejo dije: ‘Quita bicho’. Me ayudó. Y lo sigo diciendo.
- G. Desde el accidente he llorado tres veces. Una por el ojo, otra reciente porque no salían las cosas como quería y otra de no poder volver a la fórmula 1.
- H. Todo sucedió a gran velocidad. Pero en el sentido de no dar importancia a cosas que la tienen. Ese día se reunieron muchísimas circunstancias con el tiempo en mi contra. Se aceleró la vida. No sentía tensión por la prueba, me puse las lentillas, quería afinar, llevaba dos cascos en la bolsa, di una entrevista… Pero esa calma no tuvo nada que ver con lo que pasó. La rampa estaba a la altura de mis ojos, luego en un Fórmula 1 yo no la veía.
- I. Bueno… era una lucha contra el crono, y ahora es cuando veo que hay que parar y medir las cosas de otra forma. Ya no son décimas de crono, sino los pequeños momentos.
- J. El dolor de la gente del mundo. Soy más sensible que antes porque veo la vida a cámara lenta. La gente te hace suya porque todo el mundo tiene dolor. Es una identificación instantánea. Dicen: ‘Ésta sufre como yo’.
- K. ¡Un montón! Tengo unas ganas locas de kart, cuento los días. Echo de menos la gasolina. Respiro gasolina, huelo gasolina.
- L. Acoplándonos. Encontrándose la de antes, que iba a toda velocidad, con la de ahora, que va más despacio. La María revivida es mejor, más madura, más vital.
- M. (Piensa) Porque no espero nada de la vida. Sé que cada rato importa. Soy más feliz que antes.
- N. Pues… todos tenemos responsabilidad. Seguramente, la función del piloto es la de pilotar, pero también hay veces que intuimos que el coche está perdiendo mucha potencia o que los neumáticos no se hallan en el estado adecuado. Simplemente obedeces a los técnicos, ellos tienen más datos que tú.
- Ñ. Ja, ja… El de la pierna, porque me rebanaron bien para la operación. Tengo un jamón bien cortado. El mejor jamón de villota es cómo gratifica mi familia nuestro esfuerzo. Al salir del hospital, mi primera gratificación era hacer la cama un día. Qué tontería. Pues hoy lo he conseguido.
Entrevista de El Mundo, 16/2/2013 (adaptación)
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